publicado en Zarata (Mondo Sonoro)
Lugar: Gasteiz
Fecha: 6 y 7 de setiembre
Estilo: variado
Promotor: Haziak
Aunque solo sea porque determinadas infraestructuras públicas han servido finalmente para un evento de carácter público, habría que dar la bienvenida al Siberia Rock.
Sintomáticamente, los tres chavales cabezas visibles del festival, en su despedida desde el escenario agradecieron a Jimmy Jazz, no a Hor Dago.
Pero vamos a la música.
Cronológicamente, mi Siberia Rock comenzó con Dead Bronco, una banda Vizcaína de country-rockabilly-hillbilly, competente y divertida. El Hor Dago eran amigos y extraños del alma, niños y chuletillas, carpas y pescadillas.
Después escuché con toda la atención de la que fui capaz el noise (poco) pop (mucho) de The Brontës. Me sobró el último tercio del concierto, pero eso me pasaría durante todo el fin de semana. Hora y cuarto de bolo por banda es demasiado.
Solo pude escuchar la primera canción de la formación más profesional de Gasteiz (y no Gasteiz), Los Carniceros del Norte, con su bien montado, milimetrado show post-punk.
El sábado me acerqué a escuchar a Nukore. No duré ni tres temas.
Luego Arenna desgranaron su no more cosmic post core psicodelia para embeleso y evasión de la concurrencia que por fin empezaba a entender porqué estábamos allí.
Y más tarde Allnighters, con su nada revival soul blues farfisa booggie. Sonidazo clásico clásico. Otra hora y cuarto. Uff.
Y llegó Sumisión City Blues, Lubna rock, “su palidez extrema, casi enferma, la fuerza con que abre y cierra las piernas…” por fin un poco de sexo para cerrar. Y esa canción impagable que todavía me eriza la piel, su “Suicida”.
Ahora llega la temporada para ver bolos interesantes, pero no será en Falerina, estoy seguro.