(inédito)
hasta que no ves por primera vez a Massive Attack no entiendes lo que estaban (y están) haciendo. luego les ves y te das cuenta, con sorpresa, de su radicalidad. un extremismo en sus mensajes que no parece reflejarse en su música (no soy nada de entender las letras), tan aparentemente amable y, hasta cierto punto, convencional en los estilos que transitan.
herederos, o a mí me lo parece, de la tradición, por una parte africana y caribeña, por otra del soul y el rhythm & blues, que yo siempre he percibido como sumiso, de alguna manera esclavo de la necesidad de agradar.
todo esto parece estar en la música de esta gente, pero hay que mirar más de cerca.
lo que, en mi opinión, les hace de una radicalidad intransigente y transformadora es su perfección, o su perfeccionismo, que no sacrifican jamás. lo que percibo de ellos es que, si lo hicieran, estarían renunciando a su autentica esencia. como si su pensamiento fuera: o creamos belleza en estado puro o mejor nos callamos. que para hacer mediocridades sobra gente.
y al crear belleza, quizá, cambiaremos el mundo.
no estoy seguro de si están en lo cierto o no. pero como actitud artística me parece incuestionable.
así les veo yo.
así que, cuando, por ejemplo, oigo criticarles por lo que hicieron en el mad cool (no tocar porque las condiciones no eran las idóneas), oigo decir que fue una falta de respeto al público, pienso que un público que quiere escuchar mal a Massive Attack no tiene ni puta idea de qué va la vaina. que se joda.
y cuando les ves versioneando a Bauhaus y a Pete Seeger en el mismo concierto sin despeinarse, con una coherencia deslumbrante, te quedas con la boca abierta.
gracias, chavales, sois muy grandes.