inédito 13 de agosto de 2011
Cerca de doscientas personas llenamos la sala Hell Dorado para recibir a uno de sus grandes mitos, el cantante chicano El Vez.
Flanqueado de sus seductoras Elvettes, y acompañado de una brillante banda de rock, El Vez ofreció de nuevo un espectáculo emocionante y entrañable. No hay duda de que se siente como pez en el agua frente al público entusiasta y entendido de la sala vitoriana.
Robert López, cantante y guitarrista de la banda punk de Los Angeles The Zeros, se convirtió en El Vez en el año 1988, después de presenciar un concurso de imitadores de Elvis. Allí decidió que él sería capaz de hacerlo mejor, y vaya si lo hace.
Ha grabado desde entonces 11 discos de versiones bastardas y canciones originales, con letras comprometidas con su condición de chicano, que canta en una mezcla de español e inglés. El mismo idioma que utiliza para comunicarse en escena, mientras despliega un repertorio cuajado de referencias históricas.
Porque El Vez no es un imitador de Elvis, es mucho más. Cierto que convierte “Blue sude shoes” en “Huaraches azules”, pero la canción incluye una cita de “Wind cries Mary”, de Jimmy Hendrix. A lo largo de su show, escuchamos referencias a David Bowie, The Stooges, The Godfathers, The Beatles, The Velvet Underground, James Brown, Public Image Limited, y muchos otros.
Incluyendo una celebrada versión de “Eres tú” de Mocedades, y por supuesto “Volver”, dedicado a Juan Hell, y otros clásicos mejicanos.
El público vitoriano aplaudía cada cambio de vestuario: monos de cuero rojo, blanco, negro, leopardo… Siempre a juego con sus Elvettes, y bailaba rabiosamente cada hit, mientras sus Mariachis sonaban como un cañón.
Y la noche fue de nuevo una fiesta de rock & roll, en la que El Vez fue el maestro de ceremonias, la estrella adorada que no permite a sus fans que le laman las botas de gamuza azul.
Fue también una agradable sorpresa escuchar el concierto de Las Culebras, que ofrecieron un rock & roll sólido, con una gran calidad de sonido. Un aperitivo perfecto para lo que vendría después. Impresionante progresión de las cuatro rockeras navarras, y un acierto el haberlas programado para esta larga noche de agosto.